Educar el paladar y formar una cultura del gusto que condiciona la formación de hábitos en correspondencia con una alimentación saludable.
.Combinar adecuadamente los alimentos, evitar el consumo excesivo de fibras dietéticas y evitar la ingestión de medicamentos prescriptos por el facultativo que puedan interferir la absorción de nutrientes.
La cultura alimentaría forma parte de la cultura general e integral, por tanto es necesaria la participación activa, coordinada e intersectorial en el contexto donde se desarrolla su actividad social.
Es necesario tener en cuenta los factores individuales como son necesidades, creencias, la historia del desarrollo de la comunidad, las vivencias sobre las experiencias vividas, las costumbres y la cultura. Los factores comunitarios donde las normas sociales que existen entre algo formal e informal entre individuos, vecinos, grupos y organizaciones
Las enfermedades de origen infeccioso transmitidas a través del agua se caracterizan por presentarse en forma endémico-epidérmica, dentro de estos tenemos las enfermedades diarreicas agudas, el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis infecciosa. Otras son ocasionadas por agentes biológicos y transmitida con el contacto con las aguas como, la amebiasis, la giardiasis, la leptospirosis, etc.
Además, el agua que se consume puede afectar otras causas de salud del hombre, nos referimos a los riesgos químicos relacionados con el agua de consumo la cual puede contaminarse a través de los diferentes elementos del ambiente. Los recientes estudios de enfermedades crónicas junto a los estudios experimentales de evaluación de los contaminantes químicos nos ayudan a dar respuesta a este grave problema del medio ambiente. Algunos contaminantes químicos en altas concentraciones sueltos en el agua de uso doméstico pueden constituir un factor de alto riesgo para la salud humana, tal es el caso de los nitratos, detergentes y plomo.
Actualmente están identificados cuatro grupos de microcontaminantes que debemos evitar en el consumo de agua potable, ellos son: disolvente clorado, insecticidas, herbicidas y productos no volátiles de la cloración y productos de reacción de otros oxidantes.
12. ¿CÓMO ES EL APETITO EN LOS ADULTOS MAYORES?
En esta etapa, el apetito, así como la cantidad de alimentos ingeridos tiende a declinar, por lo que debe tenerse especial cuidado de entregar una dieta balanceada y atractiva que aporte una nutrición equilibrada y saludable. Cuando los adultos mayores incorporan dietas saludables pueden revertirse o retrasarse muchos de los cambios asociados al proceso de envejecimiento, asegurando de este modo, que muchos de ellos puedan continuar viviendo en forma independiente y disfrutando de una buena calidad de vida, que les permita compartir activamente dentro de la familia y de la comunidad.
13. ¿CUÁNTAS VECES DEBEN COMER DIARIAMENTE?
En lo posible deben comer cuatro veces al día: desayuno, almuerzo, once y cena y una colación a media mañana. Las personas mayores suelen no comer en la noche, sin embargo, es importante mantener siempre una comida liviana al atardecer que evitará un largo período de ayuno y mejorará una serie de funciones metabólicas en el organismo.
14.¿QUÉ CAMBIOS CORPORALES SE PRODUCEN A ESTA EDAD?
El proceso de envejecimiento se suele acompañar de una reducción significativa de la actividad física que contribuye aún más a la pérdida de la masa muscular. Por ello, es muy importante que los adultos mayores aumenten su actividad física. Esta tiene innumerables beneficios tales como aumentar el apetito y por ello la ingesta de alimentos. Este cambio se traducirá en una mayor ingesta nutrientes, como proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y otros componentes saludables presentes en los alimentos, especialmente en frutas, verduras y leguminosas, que beneficiarán su estado de salud. Es importante el estímulo de la familia para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas, así como para una mayor ingesta de alimentos. Debe tenerse presente, que el menor consumo de alimentos en los ancianos, se debe a la menor capacidad para detectar el sabor y el olor de los alimentos.
15. ¿QUÉ TIPO DE ALIMENTOS SE DEBE CONSUMIR?
El consumo de productos lácteos descremados como leches o yogurt es importante, ya que si bien la absorción de calcio está disminuida a esta edad, una mayor ingesta diaria significará una mayor ingesta absoluta de calcio. Los productos sin lactosa (deslactosados) presentes en los supermercados son una buena alternativa para los que presenten molestias digestivas producidos por la lactosa como flatulencia y malestares. Un aporte adecuado de lácteos es también una buena fuente de proteínas que contribuirá a evitar la pérdida de masa muscular
16. ¿CUÁNTO LÍQUIDO DEBEN TOMAR?
Las personas mayores son más vulnerables a la deshidratación como resultado de una disminución de la función del riñón y porque tienen un menor contenido de agua corporal. Debe recomendarse que se consuma bastante líquido, al menos que esté contraindicado por problemas renales o cardíacos.
Es importante una dieta equilibrada, para el adulto mayor, pues al necesitar menos alimentos, estos deben ser cuidadosamente seleccionados para no afectar la salud.
Los siguientes factores determinan la necesidad de una dieta equilibrada para el adulto mayor:
- Al disminuir la actividad física en la madurez, se requiere consumir menos calorías. Al envejecer se produce una pérdida de masa muscular y un aumento del porcentaje de la grasa corporal.
- Pérdida del interés por la comida debido a variadas causas, desde dificultad creciente para digerir ciertos alimentos, baja percepción del sabor hasta depresión y soledad.
¿Qué y cuánto comer?
Según las "Guías de Alimentación para el Adulto Mayor", elaboradas por el Ministerio de Salud, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos indica la variedad y proporción de alimentos a consumir diariamente.
La Pirámide Alimenticia está dividida en cinco grupos de alimentos. Como regla general se recomienda ingerir una mayor cantidad de alimentos de la base de la pirámide y mucho menor de los que están en su cima. Partiendo desde la base tenemos:
Hidratos de Carbono: Como pan, cereales, papas, leguminosas frescas, etc. 4 a 7 porciones diarias (máximo de pan diario: 1 y ½).
Vegetales y frutas: Lo mínimo es comer 3 a 4 porciones de verduras crudas y 2 a 3 frutas crudas diariamente. Su alto contenido de antioxidantes, minerales y vitaminas protegen la salud. También contienen fibra, favoreciendo la digestión, y reduciendo el colesterol y azúcar en la sangre.
Alimentos lácteos y carnes: Se recomienda ingerir 4 a 5 porciones diarias de leche, yogurt, quesillo o queso al día. Este grupo es muy importante por su aporte en proteínas, hierro, minerales, vitaminas y antioxidantes.
Aceites, grasas y semillas:
Seis cucharaditas diarias de aceite vegetal al día. Aunque hay que evitar el consumo de grasas animales, los ácidos grasos de origen vegetal son esenciales para la salud.
Azúcar: Se recomienda disminuir el consumo de glucosa (como golosinas), pero sí consumir entre 2 a 3 cucharaditas diarias de azúcar.
Consejos:
- Aumentar el consumo de verduras, frutas y legumbres.
- Usar de preferencia aceites vegetales (de oliva, maravilla) y disminuya las grasas de origen animal (mantequilla, tocino, mayonesa).
- Prefiera las carnes blancas (pescado, pollo o pavo), a las carnes rojas.
- Aumentar el consumo de leche, de preferencia de bajo contenido graso (descremada o semi-descremada).
- Reducir el consumo de sal para evitar problemas de hipertensión.
- Moderar el consumo de azúcar.